miércoles, 12 de febrero de 2014

APEGO A LA FAMILIA


Hay una diferencia que debemos tener en cuenta  para cualquier tipo de apego, pero especialmente a la familia.

Una cosa es participar y otra cosa pertenecer, yo puedo participar en mi familia, tener metas comunes. Pero cuando yo digo que pertenezco a: es porque ya me identifico con lo simbiótico, somos uno, a veces hay que hacer su propia  revolución.

Esa revolución cuando hay un modelo de autoridad fuerte, o hay cuestiones religiosas que los ata o simplemente una relación dominancia – sumisión, es muy difícil de lograr  porque uno piensa que está haciendo algo incorrecto. Por eso hay rótulos que funcionan como lapidas que te las pone la familia entonces solo deberías de obedecer y juntos somos mas etc…

Y cuando eso te empieza a limitar uno debe buscar su libertad, su propia autonomía, ESO NO ES NEGOCIABLE.

Ahora esa simbiosis es muy difícil de quitar porque la familia son varias personas y la presión es un grupo entero sobre una sola, es como si entraran a una secta.

PARA TENER EN CUENTA.


Los lazos afectivos familiares, cuando son sanos y equilibrados, sirven como barrera y protección contra las influencias negativas del exterior.

Asimismo, un estilo de apego seguro brinda a la persona  confianza suficiente como para estar sola o acompañada.


La familia tiene una función de cuidado, protección y socialización por eso es importante la forma en que te relacionas con sus miembros porque eso es lo que vas a reflejar en tu vida diaria.

Por Diana Rubio

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